Friday, March 22, 2013

Pleito de perros: asuntos de la España de hoy


por Giovani Zavala

Un día de estos (hace aproximadamente un mes) hablaba con Quique Ibáñez Cepeda y con Ángel Barroso. Ambos al compás de unas cervezas y un platito de  patatas aliñadas, hablábamos sobre la situación política del país (España). Y en eso me dio por compartir con ellos una reflexión personal, sobre tal tópico. Quique me dijo, ve ¿por qué no redactas un artículo sobre esa reflexión?, y pues me dispongo a hacerlo ahora mismo.

El asunto que concierne va más allá de un simple y aparente diferendo político.  Me refiero a lo que sucede con un partido que es muy popular, un señor que es ex tesorero de un partido que goza de mucha ventaja política,  y otro partido que es grande y está haciendo oposición al partido más popular. Entre los tres sujetos en cuestión forman el tripartito de moda.

Las declaraciones del tripartito de turno, dejan en evidencia una especie de pleito de perros. Si, eso mismo que usted acaba de leer: un pleito de perros. Hay perros de determinadas razas que pelean porque su naturaleza feroz y salvaje o porque su ADN (entiéndase bien como carga genética indiscutida, innegociable, incuestionable y transmitida de ser en ser) así se los dicta cuando tienen que defender determinados intereses inherentes a su propia naturaleza: poder, jerarquía, dominio, territorio, recursos, etc., etc.

Pero este pleito de perros tiene algo de naturaleza salvaje y algo de inteligencia del homo. Inteligencia para beneficio propio, para los de su clan, y de EL (LOS) AMO (S). Aquí vemos un pleito en el cual no se disputan los huesos de una vaca lechera (harta de producir leche, queso, y todos los lácteos posibles a los amos) muerta por perros asesinos - por perros salvajes necesitados de “alimentos” - sino que se disputan todos los restos de la vaca (la que ellos han venido matando día a día, la que han ordeñado hasta dejarla seca, pálida y casi muerta o muerta – por órdenes supremas). Hablamos de una inteligencia selectiva y de un actuar salvaje.

El tripartito se pelea entre sí, pero todos conocen el trasfondo de los actos acometidos. Tras bastidores, ellos saben todo el teje y maneje.

En el fondo el pleito de perros responde a cuotas de poder. Aquí entra en juego la parte inteligente y la parte salvaje. La inteligente radica en sobrevivir individualmente como “individuos” y como clan, y en saber cómo se deben hacer las cosas para lograr los objetivos. En saber llevar a cabo todas las órdenes recibidas. En saber ser un buen perro sabueso, y carroñero muchas veces. Pero ¿De qué objetivos? De los que les han sido dados. ¿Por quién o quiénes? Por sus jefes. ¿Quiénes son sus jefes?  Los que lideran los clanes y por encima de ellos los que ostentan el poder económico y simplemente ordenan.

Los dime y te diré en la televisión, en la radio, en el Internet, y en todos los medios, es para atacarse mutuamente con el objetivo de ocupar el sillón de “líder”. Un “líder” que se sentará para servir al AMO, para salvaguardar y garantizar los intereses de éste, para garantizar el logro de mayores recursos, de mayores cuotas de poder. Al final los perros salvajes son salvajes para atacar a los del otro clan y para atacar a sus semejantes (cuando se desvían de los objetivos encomendados) y para atacar a los que están en una posición de poder más débil; pero son inteligentes cuando tienen que servir al AMO que les doméstica y adiestra desde el poder económico. Muerden o atacan y sacan la lengua o mueven la cola en dependencia de quien esté frente a ellos.

El pleito de perros está servido. Los espectadores solo pueden ver por encima de la superficie los rastros de los actos cometidos, pero los clanes nunca desvelarán que detrás pelean a muerte por el poder de servir al AMO que tiene el verdadero poder que domina todo en estos tiempos: EL PODER ECONÓMICO con nombre y apellidos que todos conocen.

Solo me queda pensar que es necesario analizar en cómo vacunarse contra la rabia o contra los gérmenes que puedan producir la mordida de cualquier canino de este tipo de especie especial. A investigar se ha dicho y a ponerse a trabajar en la búsqueda necesaria, innegable y fundamental para lograr la salud de la mayoría de los demás seres que habitamos en la sociedad.

Una sociedad enferma es una sociedad en decadencia, una sociedad sana es una sociedad prospera. Evitemos la rabia. Hay que poner a los perros con problemas de insociabilidad, inadaptación al interés general, y ruinosos en términos económicos EN CUARENTENA.

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